Los residentes locos salen a beber en voz alta desde las primeras horas de la mañana, y yo, un estudiante universitario que vive en un apartamento ruinoso en tan mal ambiente. Un día, cuando me pasaba todo el día estudiando en la universidad sin sueños ni esperanzas, Marina se mudó a la habitación de al lado. Una mujer dulce y con un ambiente maternal. Una amiga así me invitó a hacer algo. No puedo resistirme a esos dulces susurros que me harán estallar los tímpanos.
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