A Emiri, que sabía que el amigo de su hijo era virgen, se le ocurrió el papel escrito con la intención de jugar con fuego. Emiri estaba satisfecho con poder robarle la primera vez a una virgen de corazón puro, pero… “No puedo olvidar lo que pasó el otro día y no puedo hacer nada… ¿Puedo hacerlo de nuevo? " Sigo saliendo tinta...
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